GRUPO: 5° B 1
LA
BIBLIA
Biblia:
nombre femenino y singular en la mayoría de las lenguas modernas, es
neutro y plural en la forma griega de la cual procede. En su origen
significó “los libros”. Hoy se emplea como un superlativo
excepcional: el “libro” o “libro de los libros”.
También
y atendiendo a su valor religioso, se la denomina “Sagradas
escrituras y Libro Santo”.
La
Biblia es literatura religiosa, y los hebreos y cristianos la
consideran su libro sagrado, inspirado por dios y vehículo de su
revelación. La literatura religiosa comprende las obras en las que
el autor habla de Dios o con Dios.
Por
otra parte, para los hebreos y cristianos la Biblia forma parte de la
literatura inspirada, ya que a través de ella Dios se comunicó con
algún hombre para que escribiera y la diera a conocer a los demás.
Asimismo, es considerada como un libro revelado desde la perspectiva
de que algunos autores de ella transmiten enseñanzas que no podrían
conocer por medios puramente humanos. La mayoría de las veces son
las autoridades religiosas las que determinan cuáles son los libros
inspirados y cuáles no.
Está
formada por un conjunto de libros, la mayoría anónimos, que
contiene los relatos históricos y proféticos relativos al antiguo
pueblo hebreo y el surgimiento de la religión cristiana.
Es
una obra múltiple pues consiste en una colección de muchas obras de
diferentes épocas, autores, géneros, escritas en varias lenguas,
sin embargo, todas logran una innegable unidad que permite
considerarlas no como libros totalmente independientes, sino como
partes armónicamente trabadas de un todo.
La
Biblia es, sin duda, la obra más importante de la humanidad. Ninguna
producción de la literatura universal ha logrado tanta trascendencia
histórica, ni un valor más universal y permanente.
Si
bien, la literatura clásica, griega y latina, alcanzaron un mayor
nivel de perfeccionamiento artístico, la Biblia, posee mayor
trascendencia humana y espíritual y ha servido, no solo para colmar
el goce estético, sino como respuesta a las inquietudes del alma y a
los interrogantes que se plantea la vida del hombre de todas las
naciones y de todos los tiempos.
La
Biblia comprende el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento,
entendiendo la palabra Testamento en su sentido etimológico; que
significa Alianza.
El
Antiguo Testamento es la parte de la Biblia que trata de la Antigua
Alianza celebrada entre Abraham, el primer patriarca, y Yavé, pacto
que ha servido de fundamento a la construcción política y religiosa
del pueblo judío.
El
Nuevo Testamento es el conjunto de la Biblia relativos a la Nueva
Alianza, celebrada entre Dios y toda la humanidad, en virtud del
mensaje de Jesús.
La
Biblia se compone de libros diversos por su origen y naturaleza; pero
en todos ellos se desenvuelve una idea central, que constituye la
unidad de la Biblia. En el Antiguo Testamento se habla del primer
hombre y de su caída, desarrollándose en seguida la idea mesiánica.
Los libros del Nuevo Testamento presentan a Jesús como el Mesías
anunciado en los libros sagrados de los hebreos.
EL
CANON
Es
la lista de los libros sagrados, es decir, que se consideran
inspirados por Dios.
El
Canon Hebreo comprende veinticuatro libros. Los libros aparecen
distribuídos cronológicamente, es decir, conforme al orden de
aparición, sin tener en cuenta su naturaleza, en tres grandes
grupos: Toraha (Ley), Nebiim (Profetas) y Ketubiim (“otros escritos
sagrados”).
El
Canon Alejandrino, fue compuesto por los judíos helenistas de
Alejandría; su distribución se funda no en el orden cronológico de
aparición, sino en la naturaleza de los libros.
Las
diferencias fundamentales entre el Canon Hebreo y el Alejandrino son
las siguientes:
- En el Canon Hebreo los libros están agrupados según el orden cronológico de aparición; en el Alejandrino de acuerdo a su naturaleza.
- El Canon Hebreo incluye, entre los libros proféticos, algunos libros que, como Josué, Jueces y Reyes, son considerados históricos según el Canon Alejandrino. La razón es que los hebreos denominaban profeta, no a la que tiene la facultad de predecir, sino a todo aquél cuya palabra está inspirada por Dios.
- El Canon Alejandrino agrega siete libros que no aparecen en el Canon Hebreo, los deuterocanónicos, llamados apócrifos por los judíos: los dos Macabeos, Judit, Tobías, Baruc, Eclesiástico y Sabiduría.
CLASIFICACIÓN DE LOS LIBROS
SAGRADOS SEGÚN EL CANON HEBREO:
1. Toraha (ley) comprende el
Pentateuco, integrado por cinco libros: Génesis (libro de la
creación), Éxodo (salida de Egipto), Levítico (preceptos de los
Levitas), Números (Numeración de los hebreos) y Deuteronomio
(Repetición de la Ley o segunda Ley).
2. Nebiim (Profetas) comprende dos
partes: los Primeros Profetas, que en realidad son libros históricos
por su naturaleza (Josué, Jueces, dos libros de Samuel, y dos libros
de los Reyes) y los Últimos Profetas, que son libros proféticos
propiamente dichos (Jeremías, Ezequiel, Isías y los Doce Profetas
Menores).
3. Ketubiim (Escritos): Ruth, Salmos,
Job, Proverbios Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Lamentaciones,
Daniel, Ester, Esdras, Nehemías y los dos libros de Crónicas.
CLASIFICACIÓN DE LOS LIBROS
SAGRADOS SEGÚN EL CANON ALEJANDRINO:
1. Ley: Pentateuco (Génesis, Éxodo,
Levítico, Números y Deuteronomio).
2. Libros históricos: Josué, Jueces,
cuatro de Reyes, dos de Crónicas, Esdras – Nehemías, dos libros
de Macabeos, Tobías, Judit y Esther.
3. Libros proféticos: Isaías,
Jeremías, Ezequiel, Daniel y los Doce Profetas Menores.
4. Libros didácticos, sapienciales, o
poéticos: Proverbios, Job, Eclesiastés, Eclesiástico, Sabiduría,
Rut, Salmos, Cantar de los Cantares, y Trenos de Jeremías.
El Canon Cristiano fue fijado
definitivamente por la Iglesia Católica en el Concilio de Trento
(1546), que considera como auténticos 73 libros.
Del punto de vista de la autenticidad,
no propiamente de genuinidad histórica sino de obras inspiradas por
Dios, los libros se clasifican en Apócrifos y Canónicos.
Libros Apócrifos son aquéllos que no
conforman parte del canon, por no estar confirmada por la Iglesia su
autenticidad.
Libros Canónicos son aquéllos que
forman parte del canon, es decir, los reconocidos por la Iglesia como
inspirados o auténticos.
GÉNEROS LITERARIOS Y CLASIFICACIÓN
DE LOS LIBROS BÍBLICOS
ANTIGUO TESTAMENTO
La tradicional clasificación en
géneros; - lírico, épico y dramático – procedente de la poesía
greco – latina, completada luego con otras formas poéticas
accesorias, no es aplicable a la literatura hebrea.
En ella encontramos, además de la
prosa narrativa, y didáctica, dos géneros poéticos fundamentales:
lírico y sentencioso, a los cuales puede agregarsele un tercero:
profético.
El género lírico, comprende gran
cantidad de composiciones poéticas: el himno religioso o patriótico,
cánticos, triunfales en alabanza de Yavé y del pueblo escogido, la
plegaria – oración implorando la protección divina frente a los
enemigos o el perdón de los pecados, la elegía – lamentación por
las desgracias de la nación o de una persona; y el idilio –
expresión de los sentimientos de ternura y de amor. El ejemplo
típicamente lírico lo constituyen los Salmos.
El género gnómico o sentencioso,
consiste en la expresión de doctrinas o enseñanzas religiosas o
morales, mediante breves sentencias o complejos enigmas. Los ejemplos
más acabados del género sentencioso se encuentran en el libro de
los Proverbios.
El género profético; puede ser
considerado como una modalidad poética totalmente distinta de las
otras dos. Emplea especialmente el lenguaje sublime y elevado.
De acuerdo con lo expuesto, los libros
bíblicos pueden ser clasificados, desde el punto de vista literario,
en los siguientes grupos; históricos, proféticos y poéticos.
1. Libros Históricos: El Pentateuco y
los considerados tales por el canon Alejandrino. Estos libros
utilizan la prosa narrativa, el lenguaje corriente, aunque se
advierte en ellos fragmentos poéticos.
2. Libros Proféticos: Isaías,
Jeremías, Ezequiel, Daniel y los Doce Profetas Menores, llamados así
no por su menor importancia, sino por su menor extensión.
3. Libros Poéticos: Job (excepto el
prólogo y el epílogo), los Salmos y los Proverbios, suele afirmarse
que fueron escritos en su mayoría en versos heptasílabos.
También se atribuye carácter poético
al Cantar de los Cantares, a las Lamentaciones, al Eclesiástico y a
alguno de los Eclesiastés.
NUEVO TESTAMENTO:
Los
libros del Nuevo Testamento tratan de la vida y doctrina de Jesús.
Constituyen, junto con el Antiguo Testamento, la Biblia Cristiana,
pero son rechazados por los hebreos.
El
Nuevo Testamento está escrito en griego, no en griego clásico
(eolio, jonio, dórico o ático), sino el griego helenístico o
popular (koiné).
Por
su naturaleza, los veintisiete libros que integran el Nuevo
Testamento pueden distribuirse en los siguientes grupos:
1. Libros histórico - dogmáticos:
los cuatro Evangelios, de San Mateo, San Marcos, San Lucas y San
Juan.
2. Libros didácticos: las veintiún
Epístolas, las catorce de San Pablo y las siete cartas católicas de
San Pedro, San Juan, San Judas y Santiago.
3. Un libro histórico, Los hechos de
los Apóstoles, el cual narra la historia de la Iglesia naciente y
propagación del Evangelio, especialmente lo que corresponde a San
Pedro y San Pablo.
4. Un libro profético; El Apocalipsis
de San Juan. Es el único libro de carácter profético del Nuevo
Testamento.
LOS
NOMBRES DE DIOS
Los
nombres más usados son Yahvé, Elohim, Adonai y, algunas veces El
Sadday. Yahvé
equivale a “soy el que soy”o “el que es”. Elohim, nombre en
plural, equivale a “dioses hizo”, “dioses creó”. Adonai se
traduce “el señor”, y “El Sadday” como “el Todopoderoso”.
Bibliografía consultada:
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