6° Derecho 1 Liceo N° 1 Doctor Alfonso Espínola
NARRATIVA DEL SIGLO XX
La narrativa refleja la crisis del concepto de realidad propia del siglo XX. Si bien, aún subsisten las novelas que procuran ser un reflejo fiel del mundo circundante, poco a poco los objetivos se transforman.
NARRATIVA
S. XIX Y
PRINCIPIOS
DEL
S. XX
La narrativa que se desarrolló a principios del siglo XIX y principios del siglo XX aspiraba a reproducir de la manera más exacta posible la realidad, con el propósito de enjuiciar sus desajustes y conflictos.
Por
tanto, el centro del interés narrativo
son las acciones del protagonista, ubicado en un tiempo y espacio
definidos, para insertarse en una
sociedad que
muchas veces le era hostil.
De
esta forma, la
empresa del protagonista refleja
los
valores individualistas y competitivos de la mentalidad burguesa, y
la describe
en sus mínimos detalles o explora la psicología del comportamiento
humano. Así, el
interés del novelista estaba en recorrer la historia de modo lineal,
con un criterio de causalidad entre los hechos, y apuntaba hacia el
examen moral de la conducta.
En
este sentido, el lenguaje empleado es sencillo, directo, sin
ambigüedades o símbolos, sirve como medio
para describir el lugar de los sucesos, las acciones y los caracteres
de los personajes. Los
espacios y ambientes en que se desarrolla la acción y se
desenvuelven los personajes
es, en general contemporáneo al momento en que se escribe la novela;
es un fondo histórico real para los acontecimientos ficticios pero
creíbles en que se encuentran
comprometidos los personajes. El
narrador es
omnisciente ya que conoce todos los hechos acaecidos y puede meterse
en la conciencia de sus personajes. En
relación a la estructura, la
novela clásica presenta un desarrollo lineal de la anécdota, en el
que pueden distinguirse con claridad un marco,
un desarrollo y un desenlace. Por
su parte, el tiempo, respeta
el orden cronológico de los sucesos.
DESDE
LA SEGUNDA DÉCADA DEL SIGLO XX
Con
el estallido de la primera guerra mundial, se desencadenaron cambios
profundos en la estructura narrativa, que rompió con las formas
clásicas y transformó tanto los contenidos como las técnicas
expositivas utilizadas. Pasado de lo mimético a lo simbólico: nada
de imitación de la realidad objetiva. Esto supone la sustitución de
los escenarios conocidos por espacios imaginarios; a veces el
narrador se instala resueltamente y desde un principio en una
atmósfera inverosímil y absurda, sin necesidad de brindar
explicaciones al respeto.
En
el siglo XX se ha sustituido lo exterior por lo interior, y
fundamentalmente por lo inconsciente. Se explora la interioridad, el
ensueño, el recuerdo. Así, la trama, en lugar de una sucesión de
acontecimientos, se transforma en una fluencia de asociaciones de
ideas, se torna caótica, confusa, porque el destino humano se
percibe como el reino de lo absurdo. El hilo anecdótico tradicional
de la novela realista ha desaparecido. Hay una visión de la realidad
mucho más fragmentada. Desaparece el relato cuya tensión e intriga
se concentraba en el desenlace que pudieran tener las ambiciones del
protagonista y la estructura de la sociedad comienza a ser seriamente
cuestionada.
Los
personajes
pierden la importancia que tenían como
protagonistas, como individualidades, para convertirse en arquetipos
dela conducta contemporánea, incluso llegando a ser antihéroes. Son
reflejo del hombre gris, anónimo, cotidiano, que deambula por el
mundo en busca de claves vitales. No son previsibles, tienen varias
facetas y nos sorprenden al actuar: pueden elevarse a héroes en un
capítulo para volver a la mezquindad en el siguiente. Pues
no solo se narran
los grandes acontecimientos de los personajes, sino especialmente los
hechos menores, cotidianos, los pensamientos recurrentes.
Hay
un ahondamiento psicológico en los personajes. Aparece la técnica
del monólogo
interior, que
consiste en la reproducción que el narrador hace, sin previo
ordenamiento, de la fluencia de ideas y asociaciones de pensamientos,
tal como se generan en su cabeza. La utilización de esta técnica
genera una sensación de caos, porque al reproducir el torrente del
pensamiento aparecen como simultáneos espacios, tiempos y motivos
distintos.
El
tiempo ya no
es lineal, esto
se relaciona con el creciente subjetivismo, que hace que no interesen
el tiempo ni los
espacios físicos,
objetivos, sino cómo
son vividos por los personajes de la narración. Lo que ahora
interesa es el mundo interior. En el inconsciente el tiempo como
dimensión cronológica pierde su significación; pasado, presente y
futuro se viven alternativa, caprichosa y hasta simultáneamente. El
tiempo no transcurre, se hace lento o realiza saltos.
La
narrativa de los últimos años se ha visto a menudo organizada como
un "collage" de varias versiones de los acontecimientos
narrados, de modo que hay varios narradores, cada uno de los
cuales presenta los hechos desde su punto de vista. La voz en tercera
persona, típica de la narrativa tradicional, deja paso a narradores
equiscientes o infrascientes, con lo cual el receptor debe buscar por
sí mismo la verdad o falsedad de las palabras o acciones de los
personajes. El narrador no conduce a quien lee hacia certidumbres
indiscutibles, y los finales muchas veces no parecen tales.
NARRATIVA
NORTEAMERICANA
Resulta
indiscutible la importancia del aporte norteamericano al cine, teatro
y narrativa del siglo XX. Nos ubicamos en un país de grandes
aglomeraciones urbanas, donde el éxito es fundamental y donde
predomina una visión pragmática que asocia lo verdadero con lo
útil. Esta situación ha sido a menudo enjuiciada por sus
escritores, en una literatura de protesta social que perdura hasta
nuestros días.
A
comienzos del siglo XX surgen escritores que son a la vez periodistas
que investigan temas enojosos para el gobierno. Se los llama “muck
rakers”, revolvedores de basura, en obvia metáfora de su temática.
La
desilusión posterior a la primera guerra mundial trae consigo un
grupo de escritores como Ernest Hermingway, John Dos Passos o
William Faulkner
que se conocen como “generación perdida”. En
cualquier caso el nombre sugiere alienación,
inseguridad, vacío y conciencia de generación en una época de
grandes cambios y crisis morales e ideológicas. Estos
escritores, procedían
de la clase media estadounidense y
veían en el arte el medio de romper con su clase conformista a
través del liberalismo y el radicalismo. No seguían los modelos de
los escritores estadounidenses anteriores y esperaban reafirmarse con
los intelectuales europeos.
Los
años veinte son los “años locos”, época de auge económico y
comercial, de liberación femenina, de renovación del arte en
general, años de euforia que terminan con el quiebre económico de
1929. A partir de allí la temática narrativa se orienta a temas
sociales como la discriminación racial o étnica, reclamos obreros,
consumismo alienante y otros. En este contexto va perfilándose poco
a poco una
nueva narrativa, denominada:
CIENCIA
FICCIÓN.
WILLIAM
FAULKNER
(25
de septiembre de 1897, New
Albany, Misisipi, Estados Unidos
- 6 de julio de 1962, Byhalia, Misisipi, Estados Unidos).
Faulkner
pertenece cronológicamente a la generación pero culturalmente es
más correcto situarlo en relación con otros escritores del Sur. Su
narrativa posee algunas particularidades;ofrece en sus relatos una
interpretación apasionada de las complejidades de la mente del
hombre del Sur de los EEUU, sin caer en el pintoresquismo ni en el
regionalismo. Demuestra que las experiencias narrativas y las
innovaciones de Proust y Joyce no constituyen un callejón sin salida
para la narrativa. También hará una narrativa de la memoria,
intentará la recuperación crítica del pasado y aplicará el
monólogo interior para permitir la exploración de las complejidades
del hombre.
PARTICULARIDADES
DE WILLIAM FAULKNER
Técnicamente
presenta algunas características que podrían resumirse del
siguiente modo:
a)
Técnica caleidoscópica para producir el asedio de una realidad que
se fragmenta y se multiplica en los múltiples narradores.
b)
Anulación del narrador omnisciente.
c)
Ruptura de la línea temporal.
d)
Uso del monólogo interior.
e)
Aplicación de retardos y elipsis narrativos (elude u omite datos
importantes).
f)
Comunicación de experiencias de modo subjetivo.
g)
Interpolaciones, paréntesis (técnica del puzzle).
h)
Técnica presentativo-ocultativa.
Los
rasgos anteriores determinan la complejidad estilística de Faulkner
que se suman a la extraordinaria capacidad fabuladora para presentar
historias que intrigan y sorprenden al lector, exigiéndole a este
una actividad interpretativa permanente.
LA
OBRA DE FAULKNER y EL SUR
Presenta
una interpretación histórico -
fabuladora
de su región natal desde el siglo XIX hasta mediados del XX. A
partir de Sartoris (1929) descubre las posibilidades para la
narrativa de su mundo (el que conocía desde pequeño en los relatos
de los mayores), la inagotabilidad del mismo y el recurso de
trascender lo real a través de lo fabulado. Esto le permitía una
máxima libertad como creador. Dominado por una minoría blanca y
conservadora, el Sur permanecía impermeable a los cambios con una
estructura social de corte feudal que resiste en los hechos a la
aplicación
del abolicionismo. Era fundamentalmente una sociedad agrícola que
resiste el influjo creciente de la industrialización (que proviene
del Norte). Se haya detenida en el recuerdo de la guerra civil con
sus rencores y remordimientos; a esto se suma su bajo nivel económico
y cultural. La región se caracteriza por ser una zona cálida y
húmeda con una mayoría de población negra descendientes de
esclavos; las opulentas familias del pasado están arruinadas o en
decadencia; la tierra agotada, el clima social reboza de amargura,
rencor, falso orgullo y frustración. Se vive en el culto del pasado.
Por estos motivos, el Sur desarrolla una actitud cerrada y apasionada
(con una moral de gheto).
Faulkner
recrea ese mundo mediante la paciente elaboración de un universo
centrado en el mítico condado de Yoknapatawpha, cuya capital (mítica
también) será Jefferson y que se encuentra en el Estado de
Mississipi. El nombre Yoknapatawpha proviene de la fusión de dos
vocablos en la lengua chickasaw que significan tierra dividida.
Presenta
como mundo cerrado y ficcional las siguientes características
generales:
a)
Se da una tragedia social en el plano colectivo (enfrentamiento entre
la cultura blanca y negra).
b)
Unido a lo anterior, expresa una tragedia moral: un pasado que
pretende eternizarse en el presente.
c)
Presenta conflicto de sentimientos (lo individual y lo familiar; lo
intelectual y lo natural; el instinto y el pecado).
d)
Su universo ficticio se constituye en un microcosmos a la vez mítico
y real. Faulkner lo creó, lo pobló, le dio una historia y hasta
elaboró un mapa del lugar (aparece publicado al final de Absalom,
Absalom (1936) donde humorísticamente se señala: Propiedad de W.
Faulkner).
e)
Ese espacio mítico funciona como antecedente del Macondo, de García
Márquez; de Santa María, de Onetti; de Comala, de Rulfo.
Faulkner
trabaja sus historias en una escala de proporciones épicas
(Sartoris, por ejemplo), hundiéndose en lo mítico. Su tema es casi
siempre la decadencia, que se muestra a través de las conductas
humanas en que dominan la apatía, la debilidad, la vileza y la
locura. La decadencia social arrastra siempre una decadencia moral.
El drama de los individuos se proyecta siempre en una escala más
amplia donde el problema del Sur tiene el
peso y el significado de una grandiosa tragedia histórica y social
mientras concluye la aristocracia terrateniente y surge una nueva
oligarquía comercial. En el medio, el Sur se deshace en actos de
vicio y muerte: es la denominada fatalidad del Sur.
Estos
trece:
Relatos de variada extensión (la guerra, 4; Yoknapatawpha, 6;
universales, 3). El número trece encierra tal vez una visión
trágica (fatalista) de la vida. Faulkner no completa el sintagma
(…cuentos, ejemplos, mundos, etc.). Una rosa para Emily pertenece a
la segunda sección del libro.
CIENCIA
FICCIÓN o FICCIÓN CIENTÍFICA
Se
origina en el siglo XX, si
bien tiene
sus raíces en el pasado. Su
nombre
une las idea de ciencia; conocimiento racional, exacto, y
sistemático,
con
la
de ficción;
producto de la imaginación, elementos de fantasía.
Ahora
bien: ¿Qué
es la “Ficción científica”?La
falta de unanimidad en la definición adopta múltiples variantes,
desde las más restrictivas a las más inclusivas. (…) Sin embargo,
algunas características intrínsecas asoman con alguna evidencia. La
ficción científica constituye fundamentalmente una vertiente
literaria muy cercana a la fantasía, en cuanto a su no necesaria
referencia a acontecimientos ocurridos u ocurribles. No obstante, la
misma similitud encierra la diferencia. Mientras en la fantasía
nunca suceden episodios verosímiles, en la ficción científica
pueden adelantarse lo que vendrá o ensayarse hipótesis luego
verificables científicamente. De hecho, la ficción científica ha
anticipado el uso de la bomba atómica y los viajes a la Luna (De
la
Tierra
a
la
Luna,
de Julio Verne). La fantasía siempre tiende a lo inverosímil; la
ficción científica no siempre, el propio ingrediente científico la
dota de otro rigor. Una definición comprensiva y amplia parece la
del propio Asimov: “Es la rama de la literatura que trata sobre las
respuestas humanas a los cambios en el nivel de la ciencia y la
tecnología”. La aparición a menudo de máquinas o principios
científicos en la anécdota adquiere normalmente relevancia”.
De
esta forma, la ficción científica o ciencia ficción, propone
una evasión del mundo real contemporáneo,
pero al mismo tiempo las situaciones narradas
se basan
en hipótesis sobre algún
descubrimiento innovador de cualquier tipo, en el dominio de la
ciencia y la tecnología, o aún de la pseudo ciencia y pseudo
tecnología. Así,
propone
un misterio,
con explicación científica más o menos creíble, en
un futuro lejano.
La
ciencia ficción “soft”(blanda)
es una narración de aventuras que puede tener errores y
exageraciones científicas, en tanto la “hard”(dura)
plantea personajes científicos y da explicaciones veraces de los
hechos que narra. En general la ciencia ficción muestra la inquietud
del
hombre del siglo XX frente a los vertiginosos avances científicos.
En ellas el tiempo esencial es el futuro;
muestran qué futuro puede resultar de ciertas acciones humanas.
En
las décadas del ´20
y del
´30
la literatura norteamericana se vio invadida por publicaciones
populares y sensacionalistas llamadas “pulps” (hechas con papel
barato, pulpa de papel, de ahí su nombre), que muchas veces se
ubicaban en el espacio, con armas, monstruos y naves imaginarios, en
historias sin base científica alguna, llamadas “space opera”.
Después de la segunda guerra mundial desaparecen los pulps y surgen
los “fanzines”, publicaciones de aficionados, de escaso tiraje y
circulación limitada, cuyo tema era frecuentemente la ciencia
ficción. Se crean clubes de escritores, congresos y premios dentro
de este género. Los años ´50
y ´60
representan la época de oro de la ciencia ficción, con autores como
Ray Bradbury, Isaac Asimov, Arthur Clarke y Theodore Sturgeon, entre
otros.
ALGUNAS
CARACTERÍSTICAS Y ELEMENTOS QUE SUELEN APARECER EN LOS RELATOS DE
FICCIÓN CIENTÍFICA
-
En ellos la imaginación está limitada por la lógica científica.
-
El autor nos muestra mundos futuros para reflexionar acerca del presente: cómo somos y cómo nos proyectamos como miembros de la RAZA HUMANA, poniendo en evidencia nuestras virtudes y defectos.
-
En ocasiones presenta futuros Utópicos, en la medida en que se muestre una civilización mejor que la actual, un mundo mejor, con mayores progresos, en paz, equilibrado, con la tecnología facilitándole la vida al ser humano, con contactos con extraterrestres benévolos que nos ayuden, con vidas ideales y positivas.
-
En otras oportunidades el futuro presentado puede ser distópico, cuando el mundo representado es peor que el actual, planteando cómo sería la vida luego de una era pos-nuclear, una época apocalíptica, con graves catástrofes ecológicas, el dominio de un gobierno mundial tiranizando a la población, la guerra con otros mundos, entre otras posibilidades.
-
Los personajes: desde los más cómunes representantes de tipos sociales hasta los propios de este subgénero; robots, andorides, inteligencia artificial, clones, mutantes, extraterrestres, astronautas, científicos, hombres con superpoderes, entre otros.
-
El tiempo de estos relatos se sitúa en un futuro, ubicando, en ocasiones, los acontecimientos en años exactos.
-
El espacio, dependiendo el relato; hay espacios naturales, arquitectónicos, geográficos, y artificiales, ha sido representado a partir de detalladas descripciones; hay también representación de otros planetas y galaxias. El espacio, puede aparecer como tema de reflexión científica, planteando la superposición de espacios, las diferentes dimensiones, entre otros.
-
Los temas son variados: el tiempo, suele ser uno de ellos; reflexionar acerca de los viajes en el tiempo, la superposición de tiempos, la relatividad del tiempo o la alteración del tiempo, se tienden a plantear teorías científicas acerca de estas posibilidades. El avance de la tecnología. La evolución de la ecología. El contacto con vida extraterrestre, como espejo de la raza humana. La ambición del ser humano y sus consecuencias. Las relaciones sociales y su proyección futura, el sentido de la civilización. Los límites éticos de los avances científicos. Todos estos son temas de fondo que siempre aparecen, más allá de las historias de aventura y acción que se lleven a cabo en el relato.
-
Verosimilitud, el autor imagina las historias y el vínculo con la ciencia es lo que las hace verosímiles, es decir, creíbles (se apoya en las investigaciones y los avances científicos).
-
Lenguaje; es común que se emplee vocabulario técnico-científico y se apliquen algunas teorías o se documente acerca de objetos y leyes científicas.
RAY
BRADBURY
(22
de agosto de 1920, Waukegan,
Illinois, Estados Unidos
- 5 de junio de 2012, Los Ángeles, California, Estados Unidos).
SU
UBICACIÓN LITERARIA Y CARACTERES GENERALES DE SU NARRATIVA
Sin
duda, el más famoso y difundido de los escritores de la ficción
científica contemporánea es el norteamericano Ray Bradbury, nacido
en 1920 en Illinois. Forma parte de la más importante generación de
escritores estadounidenses de ficción científica, aquella que
publica sus obras fundamentales por la década del 50.
No
solo en la ficción científica incursiona Bradbury. Es más, sus
obras fantásticas y realistas superan con creces a las que abordan
aquella modalidad. Inciden indudablemente su falta de conocimientos
científicos sólidos y su prevención ante varios artefactos de la
tecnología contemporánea.
Incluso
la escasa ficción científica trabajada por Bradbury se tiñe de
pinceladas fantásticas. De las dos modalidades fundamentales del
género –una lógica, fría y rigurosamente científica, bautizada
como ficción científica “dura” y otra más emocional, cálida y
humanística– Bradbury entra de lleno en la segunda. Sus cohetes
espaciales surgen poco menos que por generación espontánea.
Importan en cuanto fuentes para aplacar la sed de conocimientos del
hombre. Cuando aparecen en sus relatos, ya se usan cotidianamente y
se han popularizado. Cualquiera viaja en ellos, no solo los
especialistas.
Bradbury
no describe instrumentos, no fundamenta nada teóricamente, sus
máquinas para viajar en el tiempo, los robots y demás aparatos
funcionan mágicamente. Cada máquina oficia simplemente de excusa
para la búsqueda literaria y metafísica.
Puede
decirse que Bradbury es, al mismo tiempo, el autor más elogiado y
denigrado de la ficción científica actual. Si por un lado se ha
podido decir que es el único escritor “verdadero” en medio de
una pléyade de folletinistas y autores populares más o menos
hábiles, por el otro se lo ha acusado de “institucionalizar” la
ficción científica y de convertirla en una divulgación sentimental
y romántica en que la ciencia ha sido desplazada casi por completo.
Corresponde
observar que estamos en presencia de la obra de ficción científica
más lograda en el sentido estrictamente literario. Lejos de ser un
aficionado, Bradbury conoce todos los artificios y recursos de las
letras contemporáneas, y los usa con una prudencia y con una agudeza
que quisieran para sí muchos novelistas y cuentistas “serios”.
Las frías especulaciones de los “escritores-científicos” están
ausentes en su narrativa. Sus relatos y novelas cortas están
sostenidos por una fluidez narrativa y una imaginación inagotable.
Los
cuentos de las Crónicas marcianas nos ponen en presencia de
seres extraterrestres con las mismas preocupaciones que los de la
Tierra, salvo detalles de aspecto y fisiología; en el fondo, el
choque resulta doloroso porque unos quieren abolir la
“individualidad” de los otros. Los terribles niños de algunos de
los cuentos de Bradbury, que entregan sus padres como pasto para los
leones, son una anticipación de lo que puede ocurrir en el futuro,
si se consuma la total entrega a la tecnocracia y al maquinismo.
Bibliografía:
Eugenio
Lynch: La ficción científica. CEDAL, Bs. As., 1971.
Lauro
Marauda: Un conejo en una galera espacial: sobre Ray Bradbury, El
hombre ilustrado y Crónicas Marcianas. Editorial Técnica,
Montevideo, 1996.
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